19 may 2008

FORO DE LA MILITANCIA: SOLO NOSOTROS PODEMOS RECUPERAR LA MEMORIA

Invierno del´76: el secuestro

de Mercedes San Vicente

Por: José Luis Ponsico *

En una fría Mar del Plata de los meses de mayo y junio del´76 -temperaturas de cero grado a las ocho de la mañana- el verdadero frío se sentía en el alma de unas doscientas familias marplatenses: los padres, familiares y amigos de jóvenes secuestrados por las fuerzas militares. No fue un invierno más.

María de las Mercedes San Vicente tenía 25 años y era estudiante de Profesorado de Historia en la Facultad de Humanidades de la Universidad marplatense estatal. Era hija de Manuel San Vicente, periodista y docente, miembro de la conducción del Sindicato de Prensa local y de Esther Kate Bergmann.

Mercedes también era militante de la la Unidad Básica "22 de agosto" del barrio "El Martillo", según la recopilación de Carlos Bozzi, autor del libro "Luna roja" (un relato sobre militantes "desaparecidos" marplatenses)

El matrimonio San Vicente tuvo cuatro hijos y Mercedes era una referente insoslayable en una casa de inocultable densidad política. "Manolo", el padre, era un puntal del gremio periodístico por sus cualidades como persona fue durante décadas corrector en el diario "El Atlántico"- y calidad de dirigente.

Entre junio y julio del´76 se habían producido dos atentados de la guerrilla en la Capital Federal que, se piensa, impactaron en la febril represión que se incrementó enseguida. El 18 de junio había sido asesinado el general Cesáreo Cardozo, jefe de la Policía Federal.

La bomba en su domicilio la había dejado una amiga de su hija, una chica de 22 años, Ana María González. El 2 de julio del´76 estando detenido Roberto Quieto, uno de los jefes de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) en el Departamento Central de la Policía Federal, estalló una bomba en el edificio.

El atentado que dejó una veintena de policías muertos fue reinvindicado por la organización Montoneros. Era el principio del fin para miles de militantes políticos que no eran guerrilleros, al tiempo que hacían política con consignas y volantes de agitación.

A fines del´76 se conocía una nómina de 4.000 activistas muertos donde era obvio que la mayoría ni habían sido terroristas ni miembros de ninguna organización guerrillera o subversiva. Eran jóvenes, muchos universitarios, que ingresaron a la Política en estado de gracia.

Mercedes San Vicente habría sido interceptado en las inmediaciones de Maipú y Marconi, cerca de la Facultad de Humanidades. Nadie más la vió. Florencia Arzeno y Antonio Garuti, ambos también "desaparecidos" militaban con ella. La tarea política la hacían con Cristina Bidegaín, que sobrevivió

Todo indica que Mercedes fue secuestrada el 28 de agosto del´76, en plena represión militar y en una Mar del Plata en total "desamparo" para todos los militantes, en su mayoría muy jóvenes, que habían dado la cara en el período que fue desde 1972 al 24 de marzo del año fatídico.

Ni la Justicia, ni los medios periodísticos, tampoco las instituciones y muchísimo menos la clase Política marplatense supieron del invierno del´76 bajo la angustia -lacerante herida que lleva más de treinta años- de los padres de esos jóvenes secuestrados.

Kate, su mamá, alemana de origen, logró que el gobierno de Alemania también la reclamara por su herencia materna. El régimen militar de Videla, Massera, Agosti, Viola y Martínez de Hoz, ignoró el reclamo.

La estudiante de Profesorado de Historia de Humanidades, de familia peronista, María de las Mercedes San Vicente, pagó un altísimo costo a su tributo de chica militante, que hizo una apuesta muy fuerte a la justicia social en un barrio de trabajadores marplatenses. Fue víctima del horror.

* Periodista de la agencia Télam

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