90 años han pasado, desde que aquellos jóvenes que hoy recordamos con tanto fervor y entusiasmo, se proclamaron por
Algunos se preguntarán, y hasta se asombrarán acerca de por qué las Universidades Nacionales Públicas necesitan HOY LIBERARSE; y también lo harán acerca de qué o de quiénes…para ello, no necesitamos más que remontarnos en nuestra no muy lejana historia.
Las Universidades en sus comienzos, eran casas de altos estudios, donde sólo una “refinada élite” podía asistir, entre ellos destacábanse los hijos de grandes empresarios, burócratas, productores y hasta los más acérrimos religiosos; mientras tanto el pueblo sólo debía contentarse con trabajar hasta el hartazgo, para tan sólo poder sobrevivir.
Pero ello es así, hasta el período que va de
Lamentablemente la equidad nos duró poco, las Universidades Populares fueron cerradas por las dictaduras y con ellas desaparecieron no solo compañeras y compañeros, sino los sueños de una generación.
Con la llegada del neoliberalismo, las Universidades abren nuevamente sus puertas a la mediocridad y al servilismo colonial, generando autómatas, cosificando a los y las estudiantes en vez de prepararlos para ser los futuros dirigentes de una Nación Justa, Libre y Soberana.
No obstante, hoy tenemos un Gobierno Constitucional, el único en nuestra historia con 5 años de crecimiento sostenido; y además de que podemos afirmar que “vivimos una nueva hora americana”, no podemos ser hipócritas y sostener que tenemos Universidades Populares.
Es a propósito de esta realidad, que desde el Gobierno Nacional y Popular se está impulsando
El problema, en palabras de William Cooke radica “entre una política reformista y una política revolucionaria, entre una política de grupos y una política de masas (…) porque la política revolucionaria no parte de una verdad conocida por una minoría sino del conocimiento que tengan las masas de cada episodio y de las grandes líneas estratégicas”.
Nosotros queremos una POLÍTICA EDUCATIVA REVOLUCIONARIA, “que prepare a la juventud para el cultivo de las ciencias al servicio de los fines espirituales y del engrandecimiento de
No queremos ser seres vacíos de contenido, corriendo una carrera para llegar al fin de la meta; ni estudiar de bibliografía del siglo pasado o de un manual ilustrado de algún profesor/a que quiera sacar ventaja a sus alumnos/as; ni ser del color político de los “Centros de Estudiantes” para obtener un beneficio, cuando normalmente deberían distribuirse entre los que verdaderamente lo necesitan, porque los Centros de Estudiantes como las palabras lo dicen SON DE LOS ESTUDIANTES Y NO DE UNA JUVENTUD PREBENDARIA.
Pese a las piedras en el camino, nada nos va a impedir lograr que
Eliana Valci
SEC. GENERAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario