7 jun 2008

FORO DE LA MILITANCIA: El día del periodista y los 98 asesinados

El Día del Periodista

y los 98 asesinados

Por: José Luis Ponsico *

En 1975 el gremio de Prensa tenía enrolados con relación de dependencia a unos 15 mil trabajadores en empresas periodísticas en todo el país. Según datos de la Federación respectiva (FATPREN) entre periodistas y administrativos, sin contar los colaboradores y cronistas en negro ése era el padrón en la suma de todas las filiales.

Al cabo de la dictadura militar más sangrienta de las conocidas en América del Sur durante la historia contemporánea, entre marzo del´76 y el´83, el periodismo argentino había ofrendado casi un centenar de profesionales brutalmente asesinados por el régimen. Curiosamente, Mar del Plata tuvo al primer secuestrado: el periodista Amílcar González.

La persecución a los hombres de Prensa había empezado mucho antes. En el´74, después de la muerte de Juan Perón, el 1º de julio, la corporación criminal denominada Triple A dió a conocer una extensa nómina de intelectuales, referentes de la cultura y de los medios que debía abandonar el país.

Antes del golpe militar se conocieron casos de atentados a periodistas como el perpetrado al reportero gráfico Julio César Fumarola y al Redactor de "La Opinión", antes de la agencia Télam, Pedro Barraza. Ocurrieron en 1974.

A Télam también pertenecía Héctor José Ferreiros, cuando fue secuestrado el 31 de marzo del´77. Era Redactor en la agencia estatal y de la revista "Semana Gráfica". También de Télam, Fredevinda Ferro de García, secuestrada el 2 de junio del mismo año.

Hace dos años el escritor Osvaldo Bayer mítico narrador y autor de "La Patagonia trágica" entre otros célebres libros de una época dorada, decía en una charla para estudiantes universitarios que "los hombres del pensamiento, de la cultura y como parte de ese segmento, los mejores periodistas, fueron una trágica prioridad de la dictadura asesina".

El recuerdo pertenece a la Universidad de Salta, donde Bayer -con 78 años- recibió el reconocimiento de "Doctor honoris causa" de la casa de altos estudios, rodeado del afecto de centenares de jóvenes universitarios. El escritor describió a la intelectualidad de los´60 y comienzos de los´70, en la Argentina, como "de notoria avanzada".

El dato de los 15 mil trabajadores enrolados en los medios gráficos y, en menor medida, en los audiovisuales, de fines del´75 -la Argentina tenía 24 millones de habitantes-remite a la importancia cualitativa de los periodistas en relación a los grandes sindicatos como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) o la SMATA (Trabajadores Mecánicos) y su lista de secuestrados y asesinados.

Fueron más de doscientas víctimas, entre dirigentes, delegados de base y militantes de dos gremios de la Industria, con más de 600 mil afiliados entre ambos. La UOM superaba los 400 mil y la SMATA los 200 mil por entonces. El dirigente mecánico de Córdoba, René Salamanca, resultó la primera víctima sindical de la dictadura.

En la proporción el gremio periodístico como patentizó Bayer fue el objetivo ideológico del siniestro aparato represor montado antes del´76, pero que actuó con total impunidad a partir de la madrugada del 24 de marzo de ese año. Delegados gremiales como Héctor Demarchi, de "El Cronista Comercial" cayeron ese invierno.

Hubo otros casos donde fueron aterrorizadas las Redacciones: en el diario "Crónica" los periodistas vieron cómo estacionaban, abajo, en la calle, los temidos automóviles Ford Falcon (los "Falcon verdes") cuando el 26 de noviembre del´76 fueron a buscar a Ernesto Luis Fossati.

En Bahía Blanca, en la Redacción de "La Nueva Provincia" la Armada produjo un allanamiento para llevarse a los representantes del Sindicato de Prensa bahiense. A Rodolfo Walsh lo emboscaron en plena vía pública, en la zona Sur de la Capital Federal.

Cuando esperaban a un funcionario del Ministerio de Trabajo marplatense, ocho personas con armas largas secuestraron a Amílcar González, del diario "La Capital"

Antes, Enrique Raab del diario "La Opinión" había sido asesinado en su propio domicilio particular en la Capital Federal. Víctima de la Triple A. En abril del´77 en un operativo encabezado por el general Ramón Camps era secuestrado Jacobo Timerman, fundador del matutino.

El Mundial´78 produjo un doble sentimiento generalizado: la fiesta por el triunfo de la Argentina y la tristeza por las circunstancias que vivía el país. En silencio, una mayoría de argentinos sabía que el fútbol, los goles de Mario Kempes y las alegrías del equipo, serían fugaces.

En distintos medios europeos a fines del´76 se conocían nóminas -aquí, no trascendían- sobre supuestas cifras "de activistas muertos" que manejaba la dictadura. Sólo dos diarios de la época (La Prensa y La Opinión) se animaron a publicar que "en la Argentina habían muerto en el´76, 4.000 activistas políticos", según los recopiladores.

* Periodista de Télam

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